
17 May ¿Cuántos lóbulos cerebrales tienes?
Seguramente responderías cuatro: el frontal, temporal, parietal y occipital. Sin embargo, hay autores que añaden otro más, “la ínsula”, una parte de la corteza cerebral oculta en las profundidades de la cisura de Silvio, que está cubierta por los lóbulos frontal, parietal y temporal.
Esta área cerebral es considerada como el sustrato neuronal de la conciencia humana, así como de la empatía e intuición. Se activa ante una diversidad de sensaciones tan dispares como el asco, el orgullo, la lujuria,… Muestra, a su vez, un importante rol en la percepción musical (procesamiento del tempo, melodía) y de las emociones suscitadas. Con el aprendizaje musical, al igual que ocurre con otras áreas corticales (auditiva o el cuerpo calloso, entre otros) experimenta un incremento de volumen de su materia gris.
Para su estudio, de acuerdo con su conectividad y funciones relacionadas, se la considera dividida en tres partes: la posterior (relacionada con procesos sensoriomotores), la ventral anterior (procesos cognitivos superiores) y la dorsal anterior (procesos emocionales). En los músicos profesionales sanos, se observa una mayor precisión interoceptiva y sensibilidad a las señales somatosensoriales y de dolor. Cuando esta área se lesiona, según sea la zona, puede llegar a producir anhedonia musical (ausencia de experimentar emociones ante la música).
Es un área cerebral muy activa durante el aprendizaje musical, pues gestiona una diversidad de señales o informaciones multisensoriales y motoras, razón de los cambios neuroplásticos que experimenta, anteriormente ya citados.
Puedes consultar más información en este interesante artículo (Zamorano et al., 2017).
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