
15 Ago El canto “limpia” el cerebro
En el libro “Terapia de sonido, ¿ciencia o dogma?” que publiqué el año 2013, citaba la referencia “Sing, Clean Your Brain, and Stay Sound and Sane: Postulate of Mechanical Effect of Vocalization on the Brain” de los doctores estadounidenses Karel F. y Heda Kindrak (1986). Hoy, al revisar una publicación de Olav Skille, recientemente fallecido (q.e.p.d.), fundador y divulgador de la terapia vibroacústica, he recuperado algunos párrafos interesantes con relación al proceso de limpieza mecánica que el canto puede ejercer en las células cerebrales.
Sabemos que el cerebro no dispone de un sistema linfático, por lo que los desechos de su tejido principal (parénquima formado por neuronas, células gliales y vasos sanguíneos) son transportados en el líquido intersticial al lado de las paredes de los vasos sanguíneos hasta alcanzar el líquido cefalorraquídeo (LCR). Por otra parte, debido a la existencia de la barrera hematoencefálica, el intercambio de moléculas grandes entre las células nerviosas del cerebro y el sistema sanguíneo es mucho más difícil que en otras partes del cuerpo humano. Ello impide que algunos de los productos de desecho de la actividad de las células nerviosas, no puedan derivarse al torrente sanguíneo a través de las paredes de los capilares y, por tanto, deben eliminarse por otros mecanismos.
¿Qué alternativa tiene entonces el cerebro para depurar sus espacios intersticiales? Por extraño que pueda parecer, la vocalización o el canto es una de ellas. Cuando hablamos, cantamos, gritamos o tarareamos, estamos contribuyendo a “limpiar” nuestro cerebro, en base a las vibraciones que se propagan por el cráneo debido a los movimientos del aparato fonador. La vibración es uno de los pocos mecanismos que pueden ayudar a la difusión de sustancias a través de los espacios intercelulares del cerebro. Al vocalizar, pues, estamos masajeando sutilmente nuestro cerebro, ayudándole en dicho proceso de difusión.
Comprueba, por unos segundos, como vibra tu cráneo cuando vocalizas. Sitúa las yemas de los dedos en la parte superior del cráneo y emite durante unos segundos la vocal “a”. A continuación, la vocal “i”. ¿Has notado la diferencia? Se percibe una vibración más intensa en el hueso parietal con la vocal “i”.
¿Por qué las vibraciones tienen un efecto de limpieza sobre los materiales que vibran? Seguramente que en más de una ocasión has eliminado el polvo de una alfombra sacudiéndola. Las partículas submicroscópicas e incluso los átomos individuales obedecen las mismas leyes de inercia y pueden eliminarse de las superficies a las que se adhieren mediante vibración. De hecho, en la industria es habitual utilizar ultrasonidos (vibraciones a frecuencias superiores a las audibles) para la limpieza de objetos metálicos y de vidrio.
El canto, pues, según los argumentos de los doctores Kindrak, es un excelente método que acelera el flujo del líquido cefalorraquídeo a través de las vellosidades aracnoideas (estructuras especializadas que actúan como válvulas de presión unidireccionales) hacia el torrente sanguíneo. Efectos similares puede producir la estimulación mediante dispositivos de vibroacústica. El objetivo, en definitiva, es contribuir a una mejora del funcionamiento metabólico del cerebro.
María José de Figueiredo
Publicado a las 13:27h, 17 mayoSoy cantante y directora coral e intuía muchos efectos del canto en el cerebro. Es excelente encontrar este artículo, ya que es una explicación calificada. Gracias.
Jordi A. Jauset
Publicado a las 14:03h, 17 mayoAgradezco su apreciación. Saludos,
Miguel Ángel
Publicado a las 15:46h, 16 agostoQué trabajo de investigación tan interesante para la aplicación terapéutica.