El vínculo social de la música. ¿Por qué nos cohesiona?

Podríamos citar muchas propiedades de la música, y una de ellas, posiblemente la más sobresaliente, sea su capacidad de cohesión. Por eso ya hay quien habla de la neurociencia social de la música, una disciplina que intenta mejorar la comprensión de los vínculos sociales en los seres humanos, a partir de los conocimientos de la neurociencia cognitiva de la música.

Un reciente estudio, llevado a cabo por neurocientíficos de las universidades de Bar-Ilan (Israel) y Chicago identificó las funciones y áreas cerebrales relacionadas con la conexión social a través de la música. En él, constataron los mecanismos clave que podrían explicar los aspectos sociales de la música, todos ellos ya conocidos por anteriores estudios: los circuitos de empatía, la oxitocina, los circuitos de recompensa y motivación junto con la dopamina, las estructuras cerebrales del lenguaje y el cortisol.

2021 American Psychological Association

En la figura (diseño de Bryan Christie Design & Dr. David M. Greenberg) se muestran, con distintos colores,  los circuitos, estructuras  o sistemas involucrados, según la investigación, en la neurociencia social de la música:

  • Empatía (color naranja) y las áreas cerebrales relacionadas: Córtex cingulado anterior (ACC), ínsula, amígdala (Amyg).
  • Oxitocina (color rojo): córtex prefrontal (PFC), núcleos accumbens (NAcc), paraventricular (PVN) y supraóptico (SON), Amyg y área tegmental ventral (VTA).
  • Cortisol (verde): córtex prefrontal vnetromedial (vmPFC), hipotálamo y VTA.
  • Lenguaje (color morado): córtex prefrontal medial (mPFC), gyrus frontal inferior (IFG) y gyrus temporal superior (STG).
  • Recompensa y motivación (color azul): PFC, NAcc, Amyg y VTA.
  • Sistema mesocorticolímbico dopaminérgico: flechas azules
  • Sistema oxitocinérgico: flechas rojas

Recordemos algunas de sus características más destacables:

  • Oxitocina: hormona natural producida por el hipotálamo y secretada por la glándula pituitaria. Actúa también como neurotransmisor. Suele conocerse como la “hormona del amor” pues se libera durante el parto (responsable de las contracciones uterinas) así y la lactancia, estimulando la producción de otra hormona denominada prolactina. Los niveles de oxitocina aumentan durante las relaciones sociales y en aquellas actividades grupales musicales como el canto, generando, un estado de bienestar, generosidad, compañerismo…
  • Dopamina: neurotransmisor cuyos niveles aumentan ante la anticipación y expectativas musicales (núcleo caudado y núcleo accumbens) provocando los denominados “escalofríos musicales”. Interviene en el sistema de recompensa y motivación.
  • Cortisol: hormona que aumenta con el estrés. Sus niveles disminuyen, entre otros, en diversas actividades musicales grupales, como por ejemplo, el canto.

Los autores del estudio llegaron a la conclusión, conocida y experimentada durante cientos de años, que la música une a las personas (sin importar su condición social), y promueve la empatía y la comunicación. Su investigación, especialmente en tiempos de conflicto, podría aportar soluciones para promover la tolerancia y la paz.

Referencias:

Greenberg, D. M., Decety, J., & Gordon, I. (2021). The social neuroscience of music: Understanding the social brain through human song. American Psychologist. Advance online publication. http://dx.doi.org/10.1037/amp0000819.

Romina Monteverde   

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