
28 Sep La música y la cohesión social
No cabe duda de que la música es una potente y eficaz herramienta para generar cohesión social. Según determinados antropólogos, los neandertales estrechaban sus lazos de confianza a través de los cantos (sonidos guturales) mientras se reunían por las noches danzando alrededor de las hogueras. Para su supervivencia, era fundamental mantener la confianza con el resto de los miembros del grupo debido a los múltiples peligros que cotidianamente les acechaban. A través de dicha actividad conseguían mantener esa cohesión tan necesaria y vital para el día a día. Por ello, no estamos descubriendo nada nuevo al afirmar que las actividades en grupo, especialmente las que incorporan música y movimiento como el canto y el baile, crean sentimientos de compañerismo, de confianza, de cohesión entre todos los integrantes del grupo. La diferencia con nuestros ancestros, es que la tecnología nos permite medir y analizar qué ocurre en nuestra fisiología y en nuestra bioquímica cerebral ante dichas acciones y, así, establecer unas teorías para explicar cuáles son las causas de tales comportamientos.
En el suplemento ES (La Vanguardia) del pasado día 13 de septiembre, cuyo artículo se facilita en una noticia anterior, se relacionan y se citan algunos de los, cambios, o efectos que se han constatado en los integrantes de grupos corales. En una reciente investigación, publicada este mes de septiembre y llevada a cabo por investigadores de las universidades de Pavía, Helsinki y Quebec, se concluye la relativa facilidad de sincronización del movimiento que existe en grupos de personas ante la escucha musical. Pero, además, se ha observado que afecta a otras funciones fisiológicas como, por ejemplo, la frecuencia respiratoria. Según los investigadores, el hecho de compartir grupalmente dichas respuestas fisiológicas facilitaría la aparición de los sentimientos de cohesión que se producen entre los integrantes del grupo.
Sin comentarios