La musica y las capacidades cognitivas

Un experimento desarrollado por psicólogos canadienses liderados por Laurel Trainor, profesora de Psicología, Neurociencia y Conducta de la McMaster University en Hamilton (Canadá)  ha comprobado que la enseñanza musical acelera el desarrollo del córtex cerebral en los niños de corta edad, con un efecto positivo sobre la memoria y la atención, concluyendo que la música mejora sus capacidades cognitivas (Fujioka et al. 2006).

Los investigadores hicieron un seguimiento durante un año a dos grupos de seis niños de edades comprendidas entre los 4 y los 6 años. El primer grupo recibió clases de música según el método Suzuki y el segundo grupo (control) no tuvo ninguna formación al respecto. En el año que duró el experimento, los investigadores tomaron 4 magnetoencefalografías mientras los niños escuchaban dos tipos de sonidos: un La (440 Hz) procedente de un violín y una señal de ruido. Dichas mediciones permitieron apreciar con detalle cómo los niños captan, perciben e integran los sonidos musicales, así como los cambios que la actividad musical inducía sobre el córtex cerebral.

También se evaluó mediante test musicales, la capacidad de reconocimiento musical de distintas armonías, ritmos y melodías, y se efectuaron  pruebas de memoria en las que debían  escuchar series de números que debían recordar y luego repetir.

Los resultados del experimento fueron diferentes para los dos grupos de niños. Aquellos que habían seguido el método Suzuki (grupo experimental) mostraron una mayor sensibilidad hacia la melodía producida por el violín, hecho que fue interpretado por los psicólogos como una maduración acelerada del córtex cerebral.  Este grupo de niños también alcanzó una capacidad mayor de memorización que los del segundo grupo, incluso desde la primera evaluación realizada a los cuatro meses de iniciarse el experimento.

Los investigadores mencionaron que la mejora de la capacidad de memorización alcanzada por la formación musical facilitaba el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas, mejoraba el coeficiente intelectual y la capacidad de ubicación en un entorno.  Todos estos cambios están directamente relacionados con las superiores habilidades cognitivas constatadas en los niños que estudian música, lo cual constituye una evidencia de su efecto positivo sobre la memoria y la atención.

Jordi A. Jauset

(Extracto del próximo libro sobre “Los beneficios del aprendizaje musical en la educación”)

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