Los beneficios cognitivos del contacto “visual” con la naturaleza

Desde tiempos ancestrales, el contacto con la naturaleza ha sido considerado beneficioso en todo tipo de tratamientos, tanto para enfermedades orgánicas (pulmonares, por ejemplo) o mentales (psiquiátricas). Recuerdo, por ejemplo, la privilegiada situación elegida para el Hospital Psiquiátrico de Viena, a principios del siglo XX, con su original iglesia diseñada por Otto Wagner. El emplazamiento, anexo a un bosque, fue elegido en base a los beneficios que los paseos diarios en dicho entorno podían aportar a los enfermos mentales.

Aunque ya existen numerosos estudios al respecto, las investigaciones recientes publicadas en el Journal Environmental Psychology, se centran en los beneficios cognitivos que aportan breves interrupciones de tan solo 40 segundos-observando imágenes computerizadas de la naturaleza (como jardines en los tejados de las viviendas), especialmente en aquellos trabajos que demandan una constante atención. Según los investigadores estos breves descansos son suficientes para recuperarse del desgaste atencional y continuar el trabajo con la concentración y atención necesaria que requiere la tarea asignada.

Referencia: The Washington Post, 26 mayo 2015.

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