
19 Ene Música para las demencias
La revista Mente Sana, en su número 150 (enero-febrero 2020) publica en sus páginas 66 a 71, un breve artículo que me encargó sobre el uso de la música como ayuda en las demencias.
¿Qué son las demencias? A medida que envejecemos experimentamos dificultades en memorizar, recordar nombres de conocidos, de amigos, dónde hemos dejado las llaves del coche e incluso lo que comimos ayer. No hay que preocuparse pues es bastante habitual y nos ocurre a todos. Es una consecuencia lógica del desgaste de “funcionamiento” de nuestro cerebro que no debe confundirse con una demencia, aunque a veces se le denomina “demencia senil”. Con la edad disminuyen las neuronas del hipocampo, área relacionada con la memoria a corto plazo, y se reduce la neurogénesis o generación de nuevas neuronas. El lóbulo frontal (en concreto el prefrontal) experimenta una pérdida de densidad y de volumen debida a la disminución de las espinas dendríticas y de las conexiones sinápticas, lo cual influye en una menor memoria de trabajo. Son consecuencias lógicas del ciclo de vida. No puede curarse el envejecimiento, al menos por ahora, pero la ciencia avanza para encontrar soluciones que permitan controlarlo y mantener una calidad de vida que es en realidad lo que todos anhelamos.
La “demencia”, como enfermedad, es un deterioro progresivo y, en la mayoría de casos irreversible, provocada por daños en las células del cerebro que reducen su capacidad de comunicación, afectando a las funciones que soportan. Este término se asocia a una amplia gama de síntomas relacionados con la pérdida de la memoria y otras funciones cerebrales, entre otras el lenguaje, alteraciones de la percepción, el control motor voluntario, la conducta, que reducen y afectan a la autonomía de una persona en sus actividades diarias.
En los últimos 100 años, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente y, con ello las disfunciones o enfermedades, entre ellas las demencias. Según las estadísticas oficiales cada 3 segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo, estimándose que hay unos 50 millones de personas afectadas, de las cuales un 67% son diagnosticadas con alzhéimer, una de las demencias más temidas.
La escucha de música no cura la demencia. Sus resultados quizás los valoremos como insuficientes, pero en términos de “instantes de felicidad” son muy valiosos. Esa distracción musical, el bienestar que se experimenta, los recuerdos que remiten de nuevo a la memoria son el resultado de la activación de millones de conexiones neuronales, de la liberación de neurotransmisores,…En esos momentos, su cerebro está estimulado, activo, y ese dinamismo es muy importante en personas con demencias pues una reducida actividad cerebral acelera la morbilidad neuronal. En función de cual sea el estado de la persona, puede combinarse la escucha musical individual con la grupal acompañándose de movimientos de los miembros superiores y/o inferiores, con la socialización a través del canto, lo cual aumenta aún más la conectividad neuronal.
Puedes ampliar la información en el artículo citado que, por motivos de propiedad intelectual, no puedo exponer aquí en su totalidad.
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